Con
motivo de la publicación del número 15 de Flash en la actualización de marzo,
primer capítulo de una nueva saga en la serie dedicada al Velocista Escarlata,
AT Visions repasa en este artículo su trayectoria hasta el momento.
En
octubre de 2005, yo era un recién llegado a Action Tales que trabajaba con
ahínco para mantener la periodicidad mensual de Green Lantern. La Línea DC se
encontraba entonces en pleno proceso de expansión impulsado por su editor Raúl
Peribáñez, que poco a poco establecía las bases de la que sería nuestra Tierra
53 con series protagonizadas por los principales personajes de este universo.
Superman, Batman, Wonder Woman, Green Lantern, Green Arrow e incluso Animal Man
contaban ya con serie propia, pero... ¿Qué pasaba con Flash? ¿Cómo era posible
que uno de los héroes más importantes del Universo DC aún permaneciera al
margen de nuestras historias? Raúl, como editor de la línea, tenía claro que el
Velocista Escarlata debía estar presente en Action Tales, y yo, que había
disfrutado mucho con la etapa de Geoff Johns en los cómics, estaba dispuesto a
hacerme cargo de ella. El problema era que nunca he sido muy rápido escribiendo
y sabía que sería incapaz de mantener dos series regulares al mismo tiempo, así
que... ¿cómo solucionarlo?
Decidido
a impulsar este proyecto, me puse en contacto con otro de los nuevos autores DC
que había debutado en la línea aquel mismo año con su excelente Supergirl (que
más tarde cambiaría su título por el de Superwoman): Imanol. La verdad es que
sintonizábamos muy bien, y en cuanto se mostró dispuesto a ser el coguionista
de Flash (en un principio sólo para la primera saga, aunque no descartaba la
posibilidad de seguir adelante con más historias si nuestras respectivas
agendas lo permitían) me puse en contacto con Raúl para hacerle nuestra
propuesta. El editor nos dio luz verde de forma inmediata, aunque sin que
Imanol y yo lo supiéramos, otro autor, Nerocles, ya le había enviado un número
autoconclusivo de Flash que venía a ser un tie-in de la saga de apertura de JLA
que se estaba publicando en aquel momento: “Sombras” (JLA vI #1-4). Nuestra
primera reacción fue cederle el puesto a Nerocles, pero éste nos aclaró que no
tenía en mente encargarse de la serie de forma permanente, y efectivamente, se
mantuvo alejado de Flash... hasta unos años más tarde.
Así
que teníamos ese fill-in de Nerocles en cartera mientras Imanol y yo empezamos
a intercambiar e-mails para planificar nuestra saga, pero ¿cómo empezaríamos la
serie? Todos los implicados estábamos de acuerdo en que el fill-in no
funcionaría muy bien como número 1, razón por la que Raúl pensó en escribir él
mismo una historia para esta primer entrega que sirviera de presentación al
personaje. Sin embargo, nuestro editor se dio cuenta pronto de que le faltaba tiempo
para escribirla, y al pasarnos la pelota a nosotros, Imanol me dijo que
prefería centrarse en la saga que ya estábamos desarrollando, por lo que
finalmente fui yo quien se encargó del Flash #1, el único de esta serie que he
escrito en solitario.
De
esta forma, la serie se estrenó en noviembre de 2005 con una historia sencilla
en la que presentaba a Flash y su entorno a través de una visita de nuestro
héroe a una escuela infantil, seguida a continuación por el fill-in de la saga
“Sombras” que transcurre entre escenas del JLA vol.I #3 (Flash #2). A continuación, entre
febrero y septiembre de 2006, aparecieron los cuatro primeros capítulos (Flash
#3-6) de “Utopía Perdida”, la saga que coescribí con Imanol, en la que echamos
el resto con una historia bastante ambiciosa que no sólo sirvió de prólogo al
macroevento “Imperio” (junto a las historias que se estaban contando en
paralelo en las series de Superman y Outsiders, principalmente) por la
implicación que tuvo el entonces presidente Lex Luthor, sino que además tuvimos
a Hawkman haciendo un team-up con Flash al tiempo que presentábamos al nuevo
Zoom de nuestra continuidad AT: una versión futura de Wally West que sin llegar
a convertirse en el típico villano, había retrocedido en el tiempo para cambiar
un acontecimiento importante muy relacionado con Luthor.
Mi
colaboración con Imanol fue realmente productiva (y muy satisfactoria), hasta
el punto de que empecé a orquestar
en mi cabeza un par de sagas que iban a enlazar con esta primera. El problema
(uno lamentablemente habitual) vino cuando Imanol empezó a disponer de menos
tiempo para participar en la página, y Flash, al igual que sus otros proyectos,
terminó viéndose afectada. El número 7, con la revelación sobre el origen del
nuevo Zoom, apareció ya en marzo de 2007, y el 8, que incluía el sexto y último
capítulo de la saga se retrasaría indefinidamente cuando finalmente abandonó
Action Tales.
Mientras
tanto, en el verano de 2008, Raúl dio el pistoletazo de salida a “Imperio”, y
habiendo sido esta serie una de las principales implicadas en la preparación de
este evento, se imponía que al menos uno de sus números formara parte de él
como tie-in. El 8 aún seguía en el limbo a la espera de que alguien le diera
forma al argumento que ya estaba escrito, pero mientras, conseguí convencer al
prolífico The Stranger (Tony Jiménez), a quien ya le había vendido la moto un
año antes para que escribiera un episodio de Green Lantern, para que se hiciera
cargo del número 9 de Flash, el del tie-in de Imperio, haciendo un trabajo ciertamente
notable que saldría publicado en febrero de 2009. Con Keystone City ocupada por
las fuerzas de Luthor, el autor aprovechó para contarnos una historia realmente
intensa con no pocos personajes invitados: Deathstroke, Capitán Frío, Creeper o
el Vigilante.
Posteriormente, a finales de ese año, Raúl Peribáñez, poco antes de
abandonar también Action Tales, se encargó del número 10 con una historia
igualmente relacionada con “Imperio” en la que el Alcaide Wolfe, Animal Man y
Gorila Grodd jugarían un papel relevante. Además, con el propósito de fomentar
el dinamismo de la página, Raúl escribió tan sólo una parte de la historia para
después, a través de AT Visions, proponer a los lectores que eligieran un final
que él escribiría a continuación con la opción ganadora. La iniciativa era
interesante, pero la participación fue más bien escasa y la historia quedó
inconclusa durante demasiado tiempo tras la marcha del antiguo editor de la
Línea DC. De hecho, no fue hasta agosto de 2011 que pudimos leer por fin su final
gracias a la colaboración de David Guirado.
Y
entonces, cuando la serie parecía abandonada a su suerte sin una dirección
clara ni nadie que estuviera dispuesto a contarnos nuevas historias de Flash,
volvió el primer autor que había escrito un fan-fiction con este héroe como
protagonista: Nerocles. Además, no fue sólo que viniera dispuesto a iniciar una
nueva etapa con una buena cantidad de ideas en la cabeza, sino que además nos
hizo el grandísimo favor de encargarse del último capítulo de “Utopía Perdida”
tanto tiempo aparcado, de manera que por fin se pudo publicar el número 8 de
Flash en diciembre de 2009, casi cuatro años después de que comenzara esta
historia. Un final que nos dejaba al nuevo Zoom “congelado” y a buen recaudo en
la prisión de Iron Heights.
La
etapa de Nerocles empezó realmente con fuerza y un claro deseo por parte del
autor de colocar a la Galería de Villanos de Flash en un primer plano, como en
los buenos cómics de Geoff Johns. Tras un primer episodio de introducción que
le sirvió a este autor para establecer varias líneas argumentales (Flash #11),
Nerocles nos embarcó en el trepidante “Asalto a Iron Heights” durante el
siguiente par de números (Flash #12-13), para por último marcarse un episodio
de esos que pueden etiquetarse “de transición” (Flash #14), pero que sin
embargo, terminó convirtiéndose en el último de su breve etapa, puesto que poco
después de su publicación abandonaba también Action Tales. Una auténtica
lástima, porque su etapa no había hecho más que comenzar y sin duda prometía
mucho de cara al futuro.
Y
así es como llegamos a diciembre de 2011, momento en el que Roberto Cruz, nuevo
editor de la Línea DC desde la marcha de Raúl un par de años atrás, se pone en
contacto conmigo para que en calidad de antiguo autor de Flash que aún mantenía
un vínculo con la página (aunque semirretirado en aquel momento) participara en
una última saga de Flash que funcionase tanto como cierre de esta primera etapa
que he ido describiendo, como de nuevo comienzo en la vida del Velocista
Escarlata tras sacudir un poquito su mundo en el proceso. Roberto tenía
bastante claro lo que quería contar y no le costó mucho trabajo convencerme de
que me subiera a su barco, así que una vez estuvimos de acuerdo en los puntos
básicos, “La última carrera de Wally West”, título de esta saga en tres partes,
prácticamente se desarrolló sola. Una historia que va a marcar el futuro de la serie de
Flash en Action Tales, y que nadie en su sano juicio debería dejar pasar.
¡No
te pierdas Flash #15 en la actualización de este mes!
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